Manuel Álvarez Bravo fotógrafo de la identidad mexicana del siglo XX, artista plástico y visual que durante más de cien años de vida, contribuyó a la definición de nuestro pueblo a través de sus imágenes que nos descubren y nos determinan; nos retratan y nos muestran, desde una legendaria lente y a través de plata sobre gelatina.
Nació el 4 de febrero de 1902 en la ciudad de México, su padre fue un profesor, que de vez en cuando se dedicaba a la fotografía y a la pintura. Álvarez Bravo, antes de dedicarse a la profesión que lo proyectaría a todo el orbe, fue burócrata en varias dependencias, intentó estudiar contaduría, pero en 1915 inició su camino hacia en el quehacer artístico y se inscribió en
Por aquellos tiempos conoció a Tina Modotti, Diego Rivera, Pablo O'Higgins, entre otros. Estas amistades lo estimularon ideológica y políticamente hacia el carisma social que distingue toda su obra: plasmar la cultura e identidad mexicanas, con una visión que va más allá de una simple documentación, adentrándose con gran imaginación en la vida urbana y la de los pueblos, los campos, la religión, el paisaje y las tradiciones.
En 1930, tras la salida del país de Tina Modotti, colaboró con Diego Rivera en la revista Mexican Folkways fotografiando el trabajo de los muralistas y al mismo tiempo expuso en el Museo de Arte de Berkeley, en California.
Ese mismo año, se dedica por completo a la profesión fotográfica y en 1932 realizó su primera muestra individual en
La década de los cuarenta, marcó el inicio de Álvarez Bravo en el mundo cinematográfico. Trabajó al lado del cineasta ruso Sergei Eisenstein en ¡Viva México!, y participó en rodajes de personalidades como John Ford y Luis Buñuel. Asimismo, en 1944, fue realizador del largometraje Tehuantepec, así como de los cortometrajes Los tigres de Coyoacán, La vida cotidiana de los perros, ¿Cuánta será la oscuridad? (con el escritor José Revueltas) y El obrero (con también escritor Juan de
Durante una larga trayectoria nacional e internacional, que culminó con su muerte física el 19 de octubre del 2002, Álvarez Bravo acumuló experiencias, premios, reconocimientos, exposiciones, incluso gran parte de su labor ha consistido en reunir y dar a conocer importantes colecciones fotográficas, así como la creación del Primer Museo de
Las imágenes, matriz de la obra de Manuel Álvarez Bravo registran personas, lugares y objetos que reflejan nuestra historia; contando un secreto, que no sólo tiene que ver con nuestra tierra, paisajes y tradiciones, sino que nos tocan en lo personal. Son imágenes relacionadas con nuestras ilusiones, nuestros fracasos, nuestras esperanzas, y que nos transportan hasta los recuerdos de la infancia. Este es el elemento poético que lo distingue y que al mismo tiempo lo hace universal.
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