miércoles, 9 de diciembre de 2009

Fotorretrato-una mas

Imagen en movimiento, con buena luZ.

Eunice Miranda

Romualdo García

Sin duda, uno de los archivos fotográficos más importantes que sobrevivieron al paso de los años y al infortunio es el de Romualdo García Torres. Seguramente, tendría ese archivo un número mayor de fotos, y sobre todo, las impresiones de las placas y de negativos tomados en el siglo XIX si no se hubieran perdido muchas en la inundación que afectó a la ciudad de Guanajuato en 1905.

Si bien es cierto que la actividad de Romualdo es extraordinaria, no es posible dejar de señalar su visión de futuro y su capacidad para reconocer desde aquellos días el valor del trabajo que realizaba. Esto ya se había hecho evidente por su participación en la Exposición Universal de Paris en 1889, donde fue premiado, y hoy podemos confirmarlo por la cantidad de negativos que el fotógrafo coleccionó y forman parte del patrimonio de la nación como documentos imprescindibles para la historia de la fotografía en México y Guanajuato.

Por otra parte, vale la pena destacar que la fotografía, puesta en práctica en los albores de la segunda mitad del siglo XIX, amplió
las posibilidades de lo que habría sido hasta ese momento el retrato como recurso para la preservación de la memoria; retratistas-pintores los hubo muy buenos, excelentes se diría, como es el caso de Hermenegildo Bustos, pero su número fue limitado y tuvo en el azar del destino una barrera insuperable, ahí donde no llegó el genio, las imágenes desaparecieron junto con la memoria de los vivos.

La fotografía llegó tardía, pero llegó... Fue entonces posible eternizar las miradas y gestos, la indumentaria, incluso los rasgos de los niños muertos.

El fotógrafo, artista y artesano, abandonó en ocasiones el estudio para ir a fiestas y celebraciones. Las placas se fueron abaratando y además de los ricos y las clases medias pudieron tomarse fotos los obreros y la servidumbre. El fotógrafo de estudio, no sólo en Guanajuato, abrió sus puertas al público. Quien se atreviera y pudiera pagar tendría la posibilidad de mostrar a sus amigos la copia de un momento inolvidable y dejar para las generaciones futuras el testimonio de su presencia. Pero Romualdo no se conformó con imprimir las placas, su trabajo fue más allá de la labor artista-artesano; que atrapa las miradas y los gestos de sus coterráneos. Como era costumbre, el fotógrafo debía integrar a sus clientes en el escenario, proponerles poses y miradas, incluso completar su vestuario. Romualdo logró esto con gran calidad, como puede apreciarse en la pequeña muestra que este texto acompaña. Cada uno de los personajes aparece con
extraordinaria naturalidad, sin importar el estrato social al que pertenezca. La dignidad y elegancia rivalizan para darle un toque distinguido a los personajes.

Romualdo García es un fotógrafo de su tiempo y como tal nos entrega una excelente panorámica del tejido social que caracterizó a Guanajuato al final del siglo XIX y principios del XX. Los sueños y aspiraciones de una sociedad emergente pueden percibirse en este archivo fotográfico. De ahí su extraordinario valor que trasciende lo estético para convertirse en un testimonio inigualable.

Es cierto que podemos admirar el conjunto de su trabajo en la fototeca "Romualdo García", del Museo Regional de Guanajuato Alhóndiga de Granaditas, bajo la custodia del Instituto Nacional de Antropología e Historia. También, es posible coincidir con alguna exposición temporal donde se exhibe la obra en México y el extranjero, pero se antoja sin duda la reedición del libro con las fotografías del artista, que viera la luz en el fondo editado por el lNAH en 1981. Así, la excelente labor de la institución en materia de
fototecas se vería reforzada.

ROMUALDO GARCÍA TORRES (1852-1930)

Nació en Silao, Guanajuato. Fue llevado por su madre a la capital del estado, donde ingresó a la Escuela de Artes y Oficios. Estudió pintura y música, convirtiéndose en músico de profesión por varios años.

En la década de los 80 se inició en la fotografía y a partir de 1887 abrió públicamente su estudio, ubicado en Cantarranas núm. 34, en el primer cuadro de la ciudad. Retrató a todos los sectores de la población guanajuatense: niños, hombres, mujeres, ancianos, gente con niños muertos, etcétera. Así, se convirtió en su fotógrafo por excelencia.

Participó en concursos nacionales e internacionales, como el de la Exposición Universal de París en 1889, en el que se otorgó la Medalla de Bronce por su trabajo. Once años después, la misma exposición le entregó dos medallas y dos diplomas, mientras también fue premiado en la ciudad de México y en León, Guanajuato.

El Fondo Romualdo García compuesto por su obra (colección que da origen a la Fototeca), consta principalmente de retratos de gelatina sobre vidrio de entre 1906 y 1914.

El jardin de las delicias de Jeronimo Bosch

El jardín de las delicias es la obra más conocida del pintor holandés Hieronymus Bosch. Se trata de un tríptico pintado al óleo de 206 x 386 cm, compuesto por una tabla central y dos laterales (pintadas en sus dos lados) que se pueden cerrar sobre aquella.

Obra de gran simbolismo (que todavía no ha sido completamente descifrado), como El carro de heno y el Juicio Final, el Jardín de las delicias se sustrae a cualquier clasificación iconográfica tradicional. Se considera, no obstante, que la obra obedece a una intención moralizante que habría sido comprensible para la gente de la época; en este sentido, el propio rey Felipe II de España, alguien poco sospechoso de herejía, llegó a adquirir el cuadro como consecuencia de su interés por el mismo.

Considerada como una de las obras más fascinantes, misteriosas y atrayentes de la historia del arte, el cuadro forma parte de los fondos de exposición permanente del Museo del Prado de Madrid.

Como el resto de las obras de El Bosco, carece de datación unánime entre los especialistas, siendo una de aquellas en la que más enfrentadas están las posiciones, pues mientras unos la consideran juvenil, otros dicen que es obra de madurez. Baldass y otros la sitúan en la época juvenil de El Bosco (1485). Cinotti la sitúa en torno al año 1503. Otras fuentes hablan de hacia 1510. Tolnay y Larsen la sitúan al final de la actividad del Bosco (1514–1515). Los análisis dendrocronológicos hablan de después de 1466. En el catálogo de la exposición sobre el artista celebrada en Róterdam en el año 2001 se señala la fecha entre 1480 y 1490.

A partir de Gibson y hasta la actualidad (Hans Belting, 2002) se ha conjeturado que se realizó para Enrique III de Nassau.Los primeros poseedores de la obra fueron, pues, los miembros de la casa de Nassau, en cuyo palacio de Bruselas pudo ver el cuadro el primer biógrafo de El Bosco, Antonio de Beatis, personaje que viajaba en el séquito del cardenal de Aragón, en el año 1517. Su descripción no deja lugar a dudas de que se encuentra frente al famoso tríptico: «Después hay algunas tablas con diversas bizarrías, donde se imitan mares, cielos, bosques y campos y muchas otras cosas, unos que salen de una concha marina, otros que defecan grullas, hombres y mujeres, blancos y negros en actos y maneras diferentes, pájaros, animales de todas clases y realizados con mucho naturalismo, cosas tan placenteras y fantásticas que en modo alguno se podrían describir a aquellos que no las hayan visto».

Fue heredado por su hijo René de Châlon y después por el sobrino de Enrique, Guillermo de Orange, líder de la rebelión holandesa contra la corona de los Habsburgo. Fue confiscado por el duque de Alba, incluyéndose en el inventario redactado con tal motivo el 20 de enero de 1568. El duque dejó los cuadros a don Fernando, su hijo natural y prior de la orden de San Juan.

Fue comprada por Felipe II en la subasta de los bienes de don Fernando, y enviada al monasterio de El Escorial el 8 de julio de 1593.Se colocó en el dormitorio del rey, donde estuvo hasta su muerte. Es la pintura más famosa de la colección de nueve de Hieronymus Bosch que Felipe II reunió en El Escorial.

Al principio al cuadro se le denomina Una pintura sobre la variedad del mundo. Luego, el Cuadro de las fresas, denominación que se debe al monje del Escorial José de Sigüenza, el primer crítico de la obra. Poleró, que propone en 1912 una catalogación de las obras del Museo del Prado, denomina al tríptico De los deleites carnales. De ahí arranca su denominación actual de Jardín de las delicias o De las delicias terrenales. Fue trasladado al Museo del Prado en el año 1936 para su protección debido a la Guerra civil española. Después de la guerra, por deseo de Franco entró a formar parte de las colecciones del Prado.

Historia

Fotografia PosT-MorteM












La fotografía de difuntos fue una práctica muy extendida en el siglo XIX que básicamente, consistía en vestir a un cadáver recién difunto con sus ropas personales y participarlo de un último retrato grupal, con sus compañeros, familiares, amigos, o retratarlo individualmente. El motivo por el cual -en ese entonces- este tipo de imágenes no eran consideradas morbosas, puede deberse al ideal social que se gestara en la época del Romanticismo. En dicho período se tenía una visión nostálgica de los temas medievales, y se concebía la muerte con un aire mucho más sentimental, llegando algunos a verla como un privilegio.

La Fotografía de difuntos es una práctica que nace casi con la misma fotografía (un 19 de agosto de 1839) en París, Francia, pero luego se extiende rápidamente hacia otros países.

El hecho de fotografiar muertos tiene antecedentes pre-fotográficos en el Renacimiento, donde la técnica era el retrato por medio de la pintura en el llamado memento mori: otra técnica de la época medieval donde se concebía que el fin era inevitable y había que estar preparados.

Los difuntos, por otra parte, eran sujetos ideales para el retrato fotográfico, por los largos tiempos de exposición que requerían las técnicas del siglo XIX. En la toma de daguerrotipo la exposición seguía siendo tan larga que se construían soportes disimulados para sostener la cabeza y el resto de los miembros de la persona que posaba evitando así que ésta se moviera. Las fotografías de difuntos los muestran "cenando" en la misma mesa con sus familiares vivos, o bebés difuntos en sus carros junto a sus padres, en su regazo, o con sus juguetes; abuelos fallecidos con sus trajes elegantes sostenidos por su bastón. A veces, agregaban elementos icónicos -como por ejemplo una rosa con el tallo corto dada vuelta hacia abajo, para señalar la muerte de una persona joven, relojes de mano que mostraban la hora de la muerte, etc.

En el siglo XIX, era una práctica muy común, de hecho en un extracto de "El Nacional", un diario de 1861, se publicaba que el fotógrafo Francisco Rave y su socio José María Aguilar... "Retratan cadáveres a domicilio, a precios acomodados...". Este tipo de publicaciones era la forma en que habitualmente promocionaban sus servicios los fotógrafos en el siglo XIX.

Angelitos era la forma en que en el siglo XIX se conocía a las fotografías post mortem de niños, teniendo en cuenta la gran cantidad de estas por el alto indice de mortalidad infantil de dicha época, dado por los escasos recursos médicos en esos tiempos entre otras cosas. Una familia común sumaban entre 8 y 10 hijos de los cuales solían fallecer la mitad. Tomando en cuenta ese contexto, las fotografías del niño fallecido junto a sus padres y/o hermanos estaban comprensiblemente aceptadas. En la cultura religiosa catolica de america los niños que morían sin pecado original por haber sido bautizados y sin ningún otro pecado en vida, iban directamente al cielo para convertirse en Angelitos, en cambio, los que no habían sido bautizados eran enterrados con los ojos abiertos para que pudiesen ver la gloria del señor, el fotógrafo mexicano mas famoso en este tipo de fotografía es Juan de Dios Machain de Guadalajara.

En 1848, Tomas Helsby ofrecía este tipo de retratos al igual que Bartola Luigi con su socio Aldanondo Antonio, que en 1856 instalaron su estudio especializandose en retratos post mortem. Daviette, de nacionalidad francesa, en conjunto con el profesor Furnier ofrecían en Perú entre los años 1844-46, los servicios de fotografías de difuntos en la cual recalcaban con avisos en el diario local la posibilidad de inmortalizar al ser querido. En dichos avisos él mismo se anunciaba como "artista fotogénico" recien llegado de Paris,el cual, se encargaba de "retratar los difuntos como cuadros al oleo".

En argentina, el concepto de la fotografía mortuoria comenzó a tener otro sentido en el momento en que estas, comienzan a parecer en los medios de comunicación masivo, ya que en el comienzo tenía una relación directa y personal, eran pedidas por los familiares del difunto representado con el fin de inmortalizar la figura del ser querido. Por otro lado, la fotografía de los muertos en los medios de comunicación, pasaba a tener una relación indirecta con su receptor, ya que fue tomada para ilustrar un suceso periodístico ofrecido en el mercado, para un lector anónimo, el cual no es afectado directamente por el hecho.

Las fotografías mortuorias mas conocidas e importantes de la época en argentina, fueron la de Sarmiento y Mitre, entre ambas fotografías, podemos notar diferencia en cuanto a su realización y la técnica. Un ejemplo claro de esta última, la de Sarmiento, fue tomada por un profesional de estudio, con cámara de placa, una escena premeditada relacionada directamente con la imagen que se quería mostrar del prócer para la posteridad. En cambio la fotografía de Mitre fue realizada espontáneamente en su lecho de muerte en plena agonía como para dejar registrado el momento exacto de su muerte, fue registrado con un sentido mas periodístico, la pieza es una ampliación muy retocada con tempera blanca, propio de las fotos preparadas para una edición periodística. Es importante observar que la imagen fotográfica es el medio mas propicio para convertir la escena privada en un escenario público.

Las primeras fotos de difuntos en los medios de comunicación en Argentina fueron publicadas en la revista Caras y Caretas (primera revista ilustrada importante del país) en la cual este tipo de fotos fue habitual desde sus comienzo en 1898, que con el pasar de los años fue incrementando la cantidad de imágenes publicadas.

Las imágenes de todos los cadáveres publicados pertenecen a individuos que fueron noticias de carácter público por lo que hicieron en vida, sea bueno o malo. Con el paso de tiempo, se fue perdiendo el concepto inicial de fotografía mortuoria hasta el punto de llegar a ser repudiada, y volviéndose cada vez más sensacionalista.

Actualmente esta práctica ha desaparecido, aunque en ciertas regiones se suele fotografiar a los niños recién nacidos fallecidos. Si bien no es el único género fotográfico que ha sufrido modificaciones sustanciales en el siglo XX (la fotografía de eventos sociales tiene un antes y un después con la aparición del fotoaficionado), la particularidad frente a la fotografía de difuntos es que la sensibilidad contemporánea es totalmente ajena a sus motivaciones y estas fotografías se han convertido en una práctica impensable con un ser querido.

Una de las teorías que tratan de explicar este fenómeno social argumenta se desarrolló en una época en que la fotografía no era habitual ni estaba popularizada como en el presente, de tal modo que mucha gente moría sin haber podido ser retratado en vida. De ahí que muchas familias desearan fotografiar "post mortem" a sus seres queridos para que todo el mundo supiera que esa persona había pertenecido a aquella familia. Después, a lo largo del siglo XX esta práctica se iría paulatinamente abandonando, gracias a la "democratización" de la fotografía; aunque sigue estando presente en ceremonias reales y velatorios de personajes públicos de la sociedad: artistas, políticos, etc. y, con una función diferente, en el ámbito forense.





martes, 8 de diciembre de 2009

Metamorphosa





Autorretrato, la foto mas personal


Una de las funciones del arte es testimoniar, expresar, contar cómo somos. Por ejemplo, gran parte de los datos de las culturas primitivas se han obtenido por medio de la observación y estudio de las escenas pintadas o dibujadas en las cerámicas, en las paredes de viviendas y edificaciones, en decoraciones de prendas y utensilios textiles.

En estos elementos, artistas y artesanos anónimos reprodujeron escenas de los pueblos donde vivían y dejaron su huella en la historia humana, especialmente en los tiempos en que no había escritura.

El autorretrato es considerado como uno de los ejercicios de análisis más profundos que puede hacer un artista. Implica escrutarse el rostro y conocerse hasta tal punto que la expresión que tenga en ese momento se traduzca en el dibujo o la pintura que aborda.







lunes, 7 de diciembre de 2009

Lauren Greenfield


Born Nacido 1966 1966

Boston, Massachusetts , USA Boston, Massachusetts, EE.UU.

Occupation Ocupación Documentary Artist Documental del artista

Official website Web oficial

Lauren Greenfield is an American artist / documentary photographer, documentary filmmaker, and photojournalist . Lauren Greenfield es un artista de América / fotógrafo documental, documentalista y reportero gráfico. She has published three monographs of her photographic work, directed two ( HBO ) documentary films, and has been featured in a variety of magazines. Ha publicado tres monografías de su trabajo fotográfico, dirigido dos (HBO) películas documentales, y ha aparecido en una variedad de revistas. Her photographs generally deal with issues relating to youth culture, gender identity, body image, eating disorders, and the influence of popular culture on how we live. Sus fotografías en general, ocuparse de las cuestiones relacionadas con la cultura juvenil, identidad de género, la imagen corporal, trastornos de la alimentación, y la influencia de la cultura popular sobre la forma en que vivimos. In the May/June 2003 issue of American Photo Magazine, she was named one of the "The 25 most important photographers now". En mayo / junio de 2003 de American Photo Magazine, fue nombrado uno de los "Los 25 fotógrafos más importantes ahora". In April 2005, she shared the third spot of the "100 Most Important People in Photography", again in American Photo Magazine. [ 1 ] In March 2009, she was named one of eight LA-based Masters of Photography for the inaugural show at the new Annenberg Center for Photography, “L8S ANG3LES”. [ 2 ] In June 2010, her work will be featured in a major new show at the Getty Museum in Los Angeles, tentatively called "Engaged Observers: Independent Photojournalism 1962–2007", along with eight renowned photojournalists from the past 45 years. [ 3 ] En abril de 2005, compartió el tercer lugar de las "100 personas más importantes en fotografía", de nuevo en American Photo Magazine. [1] En marzo de 2009, fue nombrada una de las ocho LA-basado maestros de la fotografía para el espectáculo inaugural en el nuevo Centro Annenberg para la fotografía ", L8S ANG3LES". [2] En junio de 2010, su trabajo será presentado en un show nuevo e importante en el Museo Getty de Los Angeles, denominado provisionalmente "Los observadores Engaged: Independiente Fotoperiodismo 1962-2007", junto con ocho fotógrafos de renombre de los últimos 45 años. [3]

Greenfield graduated from Harvard in 1987 with a BA, majoring in Visual Environmental Studies. Greenfield se graduó de Harvard en 1987 con una licenciatura, con especialización en Estudios Visuales del medio ambiente. Her Senior Thesis project on the French Aristocracy was called "Survivors of the French Revolution" [ 4 ] . Su principal proyecto de tesis sobre la aristocracia francesa se llamó "Los sobrevivientes de la Revolución Francesa" [4]. This work helped kickstart her career as an intern for National Geographic Magazine . Esta labor ayudó a dar impulso a su carrera como pasante para la revista National Geographic. A subsequent grant from National Geographic helped her with her debut monograph, "Fast Forward: Growing Up in the Shadow of Hollywood" (Knopf 1997) [ 5 ] . Una donación posterior de la National Geographic le ayudaron en su monografía de debut, "Fast Forward: Growing Up in the Shadow of Hollywood" (Knopf, 1997) [5]. Five years after the release of "Fast Forward", Greenfield produced a second tour-de-force project about the self-esteem crisis amongst American women, entitled "Girl Culture" [ 6 ] , which has been reprinted five times. Cinco años después del lanzamiento de "Fast Forward", Greenfield produjo una segunda gira-de-fuerza del proyecto sobre la crisis de auto-estima de las mujeres de América, titulado "Girl Culture" [6], que ha sido reeditada en cinco ocasiones. Alongside her books, "Fast Forward","Girl Culture", and "THIN", Greenfield produced three large-scale traveling exhibitions with the same names, which have been seen by more than a million viewers in museums around the world. Junto a sus libros, "Fast Forward", "Girl Culture", y "Thin", Greenfield produjo tres a gran escala de exposiciones itinerantes con el mismo nombre, que han sido vistas por más de un millón de espectadores en museos de todo el mundo.

Her work, including entire bodies of work like "Girl Culture" and "Fast Forward", is in many major collections such as the Art Institute of Chicago, Los Angeles County Museum of Art ( LACMA ), the Getty Center Museum, the San Francisco Museum of Modern Art ( SFMOMA ), the International Center of Photography , the Center for Creative Photography , the Museum of Fine Arts (Houston), the Harvard University Archive, the Smith College Museum of Art, the Clinton Library , and the French Ministry of Culture. Su trabajo, incluidos los cuerpos enteros de trabajo como "Girl Culture" y "Fast Forward", se encuentra en muchas colecciones importantes, como el Art Institute de Chicago, Los Angeles County Museum of Art (LACMA), el Museo Getty Center, de San Francisco Museum of Modern Art (SFMOMA), el International Center of Photography, el Center for Creative Photography, el Museo de Bellas Artes (Houston), el Archivo de la Universidad de Harvard, el Museo de Arte del Smith College, la biblioteca de Clinton, y el Ministerio francés de Cultura. She is represented by the Pace/MacGill Gallery in New York and the Fahey/Klein Gallery in Los Angeles . Está representada por el / Pace MacGill Gallery en Nueva York y el / Fahey Klein Gallery en Los Angeles.

Since starting her career in 1991, her photographs have been regularly published in magazines including the New York Times Magazine , Time , Vanity Fair , People , National Geographic , Stern , The New Yorker , ELLE , Harper's , Harper's Bazaar , Marie Claire , The Guardian , and The Sunday Times Magazine. Desde que empezó su carrera en 1991, sus fotografías se han publicado regularmente en revistas como el New York Times Magazine, Time, Vanity Fair, People, National Geographic, Stern, The New Yorker, ELLE, Harper's, Harper's Bazaar, Marie Claire, The Guardian , y la revista Sunday Times. She has received many photography awards and grants, including the National Geographic Grant, the ICP Infinity Award for Young Photographer (1996), a Hasselblad Foundation Grant, the NPPA Community Awareness Award, and the People's Choice Award at the Moscow Biennial . Ha recibido numerosos premios de fotografía y becas, incluyendo la donación de National Geographic, el premio Infinity ICP para joven fotógrafo (1996), una Beca Fundación Hasselblad, la sensibilización de la comunidad NPPA Award, y el People's Choice Award en la Bienal de Moscú.

Manuel Álvarez Bravo

Vida y Obra

Fotógrafo de la identidad mexicana del siglo XX, artista plástico y visual que durante más de cien años de vida, contribuyó a la definición de nuestro pueblo a través de sus imágenes que nos descubren y nos determinan; nos retratan y nos muestran, desde una legendaria lente y a través de plata sobre gelatina.

Nació el 4 de febrero de 1902 en la ciudad de México, su padre fue un profesor, que de vez en cuando se dedicaba a la fotografía y a la pintura. Álvarez Bravo, antes de dedicarse a la profesión que lo proyectaría a todo el orbe, fue burócrata en varias dependencias, intentó estudiar contaduría, pero en 1915 inició su camino hacia en el quehacer artístico y se inscribió en la Academia de San Carlos para estudiar arte y música.
A pesar de estos estudios, Álvarez Bravo siempre ha sido considerado como autodidacta. Su primera influencia importante en el universo de las imágenes la tuvo en 1923 al conocer al fotógrafo alemán Hugo Brehme, quien lo incitó a comprar su primera cámara. Para 1925 obtuvo su primer premio en un concurso local en Oaxaca. Iniciaba pues, la historia de uno de los grandes fotógrafos de México y del mundo. En el mismo año, contrajo matrimonio con Lola Martínez de Anda, quien años más tarde, asumió la misma profesión.
Por aquellos tiempos conoció a Tina Modotti, Diego Rivera, Pablo O'Higgins, entre otros. Estas amistades lo estimularon ideológica y políticamente hacia el carisma social que distingue toda su obra: plasmar la cultura e identidad mexicanas, con una visión que va más allá de una simple documentación, adentrándose con gran imaginación en la vida urbana y la de los pueblos, los campos, la religión, el paisaje y las tradiciones.
En 1930, tras la salida del país de Tina Modotti, colaboró con Diego Rivera en la revista Mexican Folkways fotografiando el trabajo de los muralistas y al mismo tiempo expuso en el Museo de Arte de Berkeley, en California.
Ese mismo año, se dedica por completo a la profesión fotográfica y en 1932 realizó su primera muestra individual en la Galería Posada. En esa época compartió exposiciones con el famoso fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson en las salas del Palacio de Bellas Artes, fascinando a André Breton, quien descubrió en su trabajo un surrealismo innato, y en 1935 le organizó una exposición en París que sería trascendental en su trayectoria artística.
En 1936 expuso en la Galería Hipocampo del poeta mexicano Xavier Villaurrutia. Durante este periodo se adentró en la experiencia de nuevas soluciones que lo apartaron por completo del lenguaje visual desarrollado por los artistas de la lente que lo antecedieron, empleando elementos que dan mayor énfasis a la capacidad para evocar imágenes, a través de los sugestivos títulos de sus fotografías, basadas en la cultura y en la tradición mexicanas, que denotan una gran perspicacia y, en ocasiones, un fino sentido del humor.
La década de los cuarenta, marcó el inicio de Álvarez Bravo en el mundo cinematográfico. Trabajó al lado del cineasta ruso Sergei Eisenstein en ¡Viva México!, y participó en rodajes de personalidades como John Ford y Luis Buñuel. Asimismo, en 1944, fue realizador del largometraje Tehuantepec, así como de los cortometrajes Los tigres de Coyoacán, La vida cotidiana de los perros, ¿Cuánta será la oscuridad? (con el escritor José Revueltas) y El obrero (con también escritor Juan de la Cabada). Es en esta década cuando consolida su madurez artística (que aún perdura), mediante recursos tales como la yuxtaposición, el aislamiento de detalles y el ordenamiento con rigor geométrico. Ello dio como resultado el manejo simultáneo de lo familiar y lo inesperado, generando una ambigüedad que invita al espectador a ver con nuevos ojos las cosas cotidianas y a construir su propio significado.
Durante una larga trayectoria nacional e internacional, que culminó con su muerte física el 19 de octubre del 2002, Álvarez Bravo acumuló experiencias, premios, reconocimientos, exposiciones, incluso gran parte de su labor ha consistido en reunir y dar a conocer importantes colecciones fotográficas, así como la creación del Primer Museo de la Fotografía en México. Dentro de sus premios destacan los siguientes: Premio Nacional de las Artes (México, 1975), Condecoración oficial de la Ordre des Arts et Lettres Français, en 1981, Premio Víctor Hasselblad (Suecia, 1984) y el Master of Photography del ICP (Nueva York, E.U.A, 1987).
Las imágenes, matriz de la obra de Manuel Álvarez Bravo registran personas, lugares y objetos que reflejan nuestra historia; contando un secreto, que no sólo tiene que ver con nuestra tierra, paisajes y tradiciones, sino que nos tocan en lo personal. Son imágenes relacionadas con nuestras ilusiones, nuestros fracasos, nuestras esperanzas, y que nos transportan hasta los recuerdos de la infancia. Este es el elemento poético que lo distingue y que al mismo tiempo lo hace u
niversal.

Robert Mapplethorpe

Vida y obra

Robert Mapplethorpe (Nueva York, 4 de noviembre de 1946 – Boston, 9 de marzo de 1989) fue un fotógrafo norteamericano, célebre por sus fotografías blanco y negro de gran formato, especialmente flores y desnudos. El contenido sexual de algunos de sus trabajos, calificados de pornografía, generó más de una polémica durante su carrera.

Mapplethorpe nació en 1946, el tercero de seis hijos, y creció en un entorno católico romano de herencia inglesa e irlandesa en la Parroquia Nuestra Señora de las Nieves, en Floral Park, Nueva York, un vecindario de Long Island, que él mismo recordaba diciendo: «Yo vengo de la América suburbana. Se trata de un entorno muy seguro, y es un buen lugar para haber venido de él, en el sentido de que era un buen lugar para salir de casa».[1] desarrollando desde su adolescencia un interés hacia el homoerotismo. Cursó estudios superiores en el Pratt Institute de Brooklyn desde 1963 a 1970, donde produjo obras de arte en una variedad de medios de comunicación. No utilizaba aún sus propias fotografías, pero en sus obras incorporaba muchas imágenes fotográficas que conseguía de varias fuentes, incluyendo páginas arrancadas de libros y revistas. Este temprano interés reflejaba la importancia de la imagen fotográfica en la cultura y el arte de su tiempo, incluyendo el trabajo de artistas tan notables como Andy Warhol, a quien Mapplethorpe admiraba enormemente.

Empezó su carrera como cineasta independiente y artista, usando fotografías en collages. Realizó sus primeras fotografías poco después utilizando una cámara Polaroid que le regaló un amigo.

Todavía no se consideraba a sí mismo un fotógrafo, pero deseaba utilizar sus propias fotografías en sus pinturas, en lugar de imágenes sacadas de revistas. "Nunca me gustó la fotografía", fue citado diciendo, "No la fotografía en sí. Me gusta el objeto. Me gustan las fotos cuando las tienes en la mano". Sus primeras polaroids consisten en autorretratos y la primera de una serie de retratos de su amiga, la cantante-artista-poeta Patti Smith. Estas primeras obras fotográficas se presentaban generalmente en grupos o elaboradamente presentadas en marcos cuyas formas y pinturas eran tan importantes para el acabado de la pieza como la propia fotografía. El paso de Mapplethorpe a la fotografía como único medio de expresión ocurrió gradualmente durante mediados de los años setenta.

A mediados de la década de 1970, adquirió una cámara Hasselblad de formato medio y comenzó a tomar fotografías de un amplio círculo de amigos y conocidos, incluidos artistas, compositores, y gente de la alta sociedad, así como actores pornográficos y miembros de la comunidad sadomasoquista underground. Algunas de estas fotos fueron impactantes por su contenido, pero exquisitas en su dominio técnico. Mapplethorpe declaraba a ARTnews a finales de 1988, "no me gusta esa palabra, "chocante". Yo busco lo inesperado. Busco cosas que nunca he visto antes ... Estaba en una posición en que podía tomar las fotos. Me sentí en la obligación de hacerlo".

Incluso después de que se diera a conocer como fotógrafo, Mapplethorpe se mantuvo interesado en el arte y en 1988 realizó un espectáculo con imágenes fotográficas impresas sobre tela. También fue coleccionista de fotografías, así como de mobiliario, telas y otros objetos de arte. Solicitado como fotógrafo editorial, realizó retratos de famosos para revistas como Vogue y Vanity Fair.

En la década de 1980 se refina su estética, realizando fotografías de desnudos de aspecto escultural, tanto de hombres como de mujeres, delicados bodegones de flores, y retratos de artistas y celebridades con un énfasis en la belleza formal clásica. El primer estudio de Mapplethorpe estaba en el 24 de Bond Street, en Manhattan. Para la década de 1980, Sam Wagstaff le dio 500.000 dólares para comprar un loft en el último piso del 35 West 23rd Street, donde vivía y tenía su estudio de trabajo. Mientras, mantuvo el loft de Bond Street como su cuarto oscuro. Mapplethorpe continuó desafiando la definición de fotografía mediante la introducción de nuevas técnicas y formatos para su obra: polaroids en color, fotograbado, platino impreso en papel y lino, Cibachomes e impresiones de tinta de color transferida, así como sus anteriores impresiones de gelatina de plata en blanco y negro.

Mapplethorpe produjo una obra consistente que se esforzaba por el equilibrio y la perfección, lo que le colocó entre los principales artistas del siglo XX. Aproximadamente un año antes de su muerte, ya enfermo, Mapplethorpe ayudó a fundar la Robert Mapplethorpe Foundation, Inc. Su visión de la Fundación era que sería "el vehículo apropiado para proteger su trabajo, para avanzar en su visión creativa, y para promover las causas que le importaban".Desde su muerte, la Fundación no sólo ha funcionado como su Patrimonio oficial y ayudado a promover su trabajo en todo el mundo, también ha recaudado y donado millones de dólares para financiar la investigación médica en la lucha contra el SIDA y la infección por el VIH.

Robert Mapplethorpe falleció en la mañana del 9 de marzo de 1989, en un hospital de Boston, Massachusetts, por complicaciones derivadas del SIDA, a los 42 años de edad. Sus cenizas fueron enterradas en la tumba de su madre, en Queens, Nueva York. Su nombre no aparece en la lápida, marcada con la palabra Maxey.

Obra [editar]Mapplethorpe trabajaba principalmente en el estudio, especialmente hacia el final de su carrera. Sus temas habituales incluían las flores, especialmente orquídeas y lirios de agua; retratos de celebridades, entre los cuales se cuentan el artista Andy Warhol, la cantante y actriz Deborah Harry, Richard Gere, Peter Gabriel, Grace Jones y Patti Smith (un retrato de Patti Smith de 1986 recuerda el autorretrato de Albrecht Dürer de 1500 ); el homoerotismo y los actos de BDSM (bondage y sadomasoquismo), incluida la coprofagia), y desnudos de reminiscencias clásicas.

La polémica en torno de su arte no fue casual. Mapplethorpe buscó la presencia de temática homosexual, utilizó como modelos a actores del cine pornográfico y elementos de la cultura sado-masoquista de forma intencional, temas controvertidos que con el tiempo fueron utilizados como símbolos de la cultura LGBT en su lucha por la igualdad y el reconocimiento. En 1978, publicó el X Portfolio y el Y Portfolio en ediciones limitadas. El X Portfolio gira en torno a las imágenes fotográficas de comportamiento sadomasoquista, mientras que el Y Portfolio se centra en las flores y bodegones. En 1981, publicó el Z Portfolio, que se centra los hombres afroamericanos, también en una edición limitada.

El X Portfolio de Mapplethorpe provocó la atención en Estados Unidos a principios de los años 1990, cuando fue incluido en Robert Mapplethorpe: The Perfect Moment (Robert Mapplethorpe: el momento perfecto), una exposición itinerante financiada por National Endowment for the Arts. El X Portfolio incluye algunas de las más explícitas imágenes de Mapplethorpe, incluyendo un autorretrato con un látigo insertado en su ano.[7] [8] Aunque su trabajo había sido mostrado en exposiciones financiadas con fondos públicos, conservadores y organizaciones religiosas, como la American Family Association aprovecharon esta exposición para oponerse al apoyo del gobierno para lo que llamaban "nada más que la sensacional presentación de material posiblemente obsceno". [9] Como resultado de ello, Mapplethorpe se convirtió en un referente para ambos lados de la "Guerra Cultural Americana". La exhibición de El momento perfecto en Cincinnati dio lugar al procesamiento del director del Centro de Arte Contemporáneo de Cincinnati, Dennis Barrie, bajo la acusación de "obscenidad y pornografía infantil". Aunque tanto Barrie como el Centro de Arte Contemporáneo fueron absueltos, una de las consecuencias fue la demostración de lo amenazadoras que las imágenes de homosexualidad masculina podían resultar para el público norteamericano.

Sus fotografías sexualmente cargadas de hombres afroamericanos han sido objeto de críticas por explotación. Esta crítica fue el tema de una obra del artista conceptual norteamericano Glenn Ligon, Notas al margen del Libro Negro (1991-1993). Ligon yuxtapone varias de la más icónicas imágenes de hombres afroamericanos de Mapplethorpe, extraídas de su Libro Negro, de 1988, con diversos textos críticos para complicar el trasfondo racial de las imágenes.

Andres Serrano

Vida y obra

Nace en 1950 en New York. De 1967 a 1969 estudia en el Museo y Escuela de Arte de Brooklyn, Nueva York.
Andrés Serrano causa controversia en 1987 al presentar su trabajo “Piss Christ” (orina Cristo). Opiniones divididas surgen; es catalogado de blasfemo y ofensivo al sumergir en su orina el crucifijo, mientras otros alegaban una violación a la libre expresión si su trabajo era retirado de las galerías.
De hecho Serrano fue criado en una devota familia católica y la religión fue muy importante durante su niñez. El artista enfrenta tabúes sobre la sexualidad en “Budapest” 1994, y “La Historia de Sexo”, sin embargo mucha gente ve su estilo y contenido como pornográfico.
Pareciera determinado a evitar polémicas con su serie de 1992 “La Morgue”. Sin duda son hermosas fotografías que representan la muerte, las cuales nos enfrentan con la realidad de nuestra propia mortalidad al tratarse muchas de ellas de personas jóvenes muertas prematura o violentamente.

Otras piezas conocidas de Serrano son “Piss Light” (Orina Luz), la cual unida a “Papa Rojo I, II y III” conforman la serie “Sagrado y Profano”. El dice estar interesado en como la sangre, orina y semen pueden ser utilizados para crear vívidas imágenes abstractas.
Andrés Serrano ha desarrollado su trabajo desde la década de los ochenta hasta hoy en día. Desde la salida de “Piss Christ” se convirtió en enemigo de las altas autoridades cristianas y de los políticos conservadores.
Su base de operaciones es la ciudad de New York, con todos los riesgos que representa para los artistas quienes muestran trabajos religiosos controversiales.
A pesar de lo controversial de su trabajo, la Catedral de San Juan el Divino en Manhattan, ha presentado diversas muestras suyas con la correspondiente polémica.
Dentro de un mundo tan convulsionado como el de las últimas dos décadas, Serrano ha presentado la religión, el sexo, los mitos del poder enmascarados detrás de sus uniformes y símbolos. Serrano utiliza la fotografía para presentar un mundo poblado de contradicciones, “no de conflictos sino de dicotomías”.
El suyo es un panorama donde conviven símbolos y arquetipos, fetiches de belleza y horror, personajes del poder y sus uniformes (las fotos de los Ku Klux Klan), la vida y la muerte (La Morgue). El aporte de Serrano son sus obras paradojales (presentadas en series), las cuales no dan lugar a un juicio definitivo. Más bien tienden a dejar al público suspendido entre percepciones que alteran la cotidianeidad, para llevarlo a contemplar al mundo desde otro lugar. El mismo dice: “En mi trabajo siempre busco lo inusual, o al menos lo que no es considerado tradicionalmente bello. Trato de encontrar lo normal en lo extraño y vice-versa”.
En sus trabajos expuestos en la Catedral de San Juan el Divino (“Mundo sin Fin”), parece haber dejado de lado la controversia para lograr la contemplación.
En la primera parte de la exhibición, “La Iglesia”, muestra retratos de curas, monjas y objetos eclesiásticos tradicionales. Serrano tomó las fotografías durante sus viajes a España, Italia y Francia, y la exhibición se realizó dos años después de la controversia surgida con “Piss Christ”. La segunda parte de la muestra es “La Morgue”, la cual muestra seis fotografías de cadáveres.
Estas son imágenes de acercamiento de partes del cuerpo como manos, pies y torsos, entre ellos un bebé. Por como fueron tomadas, es difícil determinar desde el principio que se trata de sujetos muertos. Esta serie de 1992, dio al espectador una visión distinta de la muerte, un tema tan tratado desde que existe el hombre: “confronta al público con lo súbito de la muerte, su brutalidad, su soledad y su finalidad”.
El trabajo de Serrano ha sido objeto de controversia inclusive en el Senado de los Estados Unidos. En 1989, se discutió sobre el aporte que recibió Serrano de dinero de los contribuyentes (unos $15.000) para montar una de sus exposiciones. Su trabajo fue tildado de basura, y él y quienes ayudaron en el montaje de pseudo-artistas.
Este ha sido el contexto histórico, a grandes rasgos, donde se ha desarrollado el trabajo de Andrés Serrano y su aporte a la percepción de la sociedad y el mundo en general.

Ian Wolff

Un artesano de la fotografía. Un hombre que resiste al tiempo y a sus avances para seguir utilizando técnicas añejas pero no por ello menos efectivas. Claro, con resultados diferentes que le brindan a sus imágenes un toque misterioso que pocos pueden lograr. Ese es Ilan Wolff, el fotógrafo de origen israelí que conserva y transmite sus conocimientos sobre la utilización de la cámara oscura. Esa que consiste en una caja cerrada y opaca con un orificio por donde entra la luz, y que reproduce dentro de la caja una imagen invertida.

Así, con todo ese saber a cuestas, Wolff impartió esta semana un taller en el Centro Andaluz de la Fotografía, sobre esta antigua técnica. El taller “La magia del fotograma y la técnica de la estenopeica”. Es que, como dijimos, no sólo practica la fotografía de este modo, sino que también es un maestro de lo que ama. “Mi idea es que, con la fuerza del ser humano y la energía de la naturaleza, puedo crear fotografías. Y ahí está la base de la fotografía”, dice Wolff. Así es que el fotógrafo hace fotografías en estado puro, sin tecnología de por medio. Así es como crea sus propias cámaras con cualquier objetos que pueda servirle para ese fin, desde una caja de galletas, de zapatos, una lata de refresco y hasta un pimiento. Un espacio hermético que dará como resultado esas imágenes únicas, lejos de la tecnología y la manipulación. Y cerca, muy cerca del génesis de la fotografía.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Fotografia de Toscani







Su último trabajo ha sido el de la campaña para Nolita en la que el fotógrafo retrató a una modelo anoréxica, que ha levantado muchas crítias.
Coincidiendo con la Semana de la Moda de Milán, Italia se despertó con vallas publicitarias y anuncios de prensa cubiertos con la fotografía de una modelo anoréxica, para promocionar la marca de ropa Nolita, en la que mostró la extrema delgadez de una modelo, que ha causado conmoción por la dureza de las imágenes.
Isabelle Caro, la modelo francesa de 27 años que aparece desnuda en la imagen, sufrió anorexia durante 15 años, y pesa 31 kilogramos, y es la que aparece en los carteles en los que se lee 'No-Anorexia'.
Oliviero Toscani, ha afirmado que el uso del cuerpo desnudo es para mostrar al mundo la realidad de la enfermedad.
La polémica está servida, para unos esta imagen no calará en las mentes de las chicas que tienen esta enfermedad, para otros la dureza y crueldad de la campaña servirá para sensibilizar al mundo y buscar soluciones.